17 DE OCTUBRE DE 1945

24 de julio de 2015

Amanece y es extraña la jornada que miramos,

amanece y las auroras esperadas ya no están;

el alba las vidas baña, más no hay flores en los ramos

y, por sendas fundadoras, hombres y mujeres van.

Y se vuelven amenazas los sueños y los anhelos,

y se pierden los resabios de la furia y del perdón

y en las calles y en las plazas y en los barrios y en los cielos,

marcha un pueblo y en sus labios sólo un nombre: Juan Perón.

Y se acaba la inminencia de la noche derrotada,

sofocada en la sentencia que puebla la madrugada

y en columnas sindicales avanza la insurrección.

Amanece y no hay sentidos que profanen nuestra vista,

los puentes están tendidos sobre el río Reconquista

y en los hondos arrabales ya no reina la aflicción.